divendres, 30 de gener del 2009

Sexismo tecnológico y patentes sobre la vida


Por Lídia Vilalta

30 de enero de 2009



En el mismo escenario de la Universidad Federal do Para (UFPA) y el viernes 30, en una sala pequeña y con un grupo reducido de estudiantes de ambos sexos, dos mujeres del ámbito científico de Brasil, de Salvador de Bahía y de Río de Janeiro, que constituyen el colectivo Tramas feministas, realizaron la sesión de informaciôn y debate Las células tronco (células madre) y los dueños de los embriones. Quién esta faltando en este debate?

Es desde el punto de vista biotecnolôgico y con una mirada ética, que las cientistas Ana Reis y Jurema Werneck (www.criola.org.br) resaltaron que no existe el cuerpo de la mujer en la técnica de la inseminación artificial, la producción de embriones, ni en el universo de la biociencia en general. Todo son metáforas masculinas y con lenguaje militar, subrayaron, incluso para explicar la fecundaciôn natural: el espermatozoide, como si fuera un coche de fórmula 1, sale volado hacia el óvulo y, de ese ejêrcito que sale disparado, sólo uno triunfa y llega a su destino.

Ana Reis recordó la aprobación en 2008 de la Ley para el uso de esas células-tronco en Brasil, con el beneplácito de la Iglesia, que es un actor ligado a los intereses de la ciencia y al mercado, porque señaló, no habla de los riesgos de las mujeres, sino sólo de los embriones.

Pese a que la ley es muy reciente, ya hay una gran industria de células embrionarias que cotiza en bolsa, para futuras investigaciones sobre nuevos medicamentos y patentes, y un amplio comercio internacional generado por los productos de estimulación hormonal para las fertilizaciones asistidas, resaltó Reis. Incluso existe un novedoso Sistema Nacional de Producción de Embriones.

Esta científica alertó de la inexistencia de datos y estadísticas del Ministerio de Salud sobre los éxitos y fracasos en las investigaciones y aplicaciones a las mujeres de esas técnicas y también, de la falta de controles de calidad de los óvulos donados para la experimentación y utilización posterior. Para ello alentó a las personas asistentes, muy interesadas y participativas en el debate, a que sumaran esfuerzos para poder exigir un debate nacional sobre la ética en la biociencia.

Reis y Jurema Werneck resaltaron que no se está hablando de reproducción asistida, sino de una técnica superintervencionista y que las empresas y el mercado se están apropiando de la capacidad y habilidad de la procreación. En definitiva, subrayaron que es otra mercantilizaciôn de las mujeres y la patentizaciôn de la fertilidad, que va cayendo. Asimismo alertaron del peligro de llegar al bebé probeta seleccionado, porque las empresas biotecnolôgicas están detrás de patentar la diferenciaciôn del ser humano.

En la revista Cuadernos Criola, -con sede en Río de Janeiro- y bajo el título Biopolíticas, se sitúa el contexto para el debate de las nuevas tecnologías, se enumeran los intereses, las pocas empresas farmacêuticas que controlan el mercado, los impactos para las mujeres y se sugieren lecturas especîficas. De ahî se puede deducir que las transformaciones tecnolôgicas no son neutrales y responden a intereses, ideologías, deseos y desigualdades, al tiempo que forman parte de los procesos históricos.

De modo que, las novedades y descubrimientos del Siglo XX y XXI han estado marcados y controlados por los intereses económicos de pocos actores, por el racismo y también por el sexismo.